Cuba fue durante décadas reconocida mundialmente por su sistema de salud. Sin embargo, en 2025, esa imagen contrasta con la realidad de hospitales cerrados, falta de medicamentos y personal agotado. El caso más reciente es el cierre de los servicios de ginecología y cirugía en la Maternidad de Línea, en La Habana, que dejó a cientos de mujeres sin atención especializada.
Del orgullo nacional al colapso
El sistema de salud cubano fue una de las banderas más visibles del modelo socialista. Pero hoy, las carencias son tan evidentes que la población lo describe como un sistema en ruinas. Pacientes deben llevar sus propias sábanas, medicamentos y hasta alimentos para poder ser atendidos.
Escasez de personal y recursos
La migración de médicos y enfermeras hacia otros países ha dejado un vacío enorme. Los salarios bajos, las malas condiciones de trabajo y la falta de insumos básicos han desmotivado a los profesionales de la salud. Además, hospitales enteros enfrentan cortes eléctricos que complican cirugías y tratamientos.
Historias de pacientes
- Una joven relató cómo su operación de apendicitis fue pospuesta tres veces porque el quirófano no tenía anestesia disponible.
- En otra provincia, pacientes oncológicos denunciaron que los tratamientos de radioterapia fueron interrumpidos por falta de piezas en los equipos.
Reacciones sociales
La indignación ha crecido, sobre todo entre mujeres que requieren servicios de ginecología y obstetricia. Organizaciones de derechos humanos denuncian que el deterioro de la salud pública en Cuba vulnera los derechos fundamentales de la población y que la propaganda oficial no refleja la gravedad de la situación.
Conclusión
El derrumbe del sistema de salud en Cuba no solo pone en riesgo vidas, también derriba uno de los mitos más poderosos de la Revolución: el acceso garantizado y gratuito a una atención médica de calidad.
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