CUBA EN LA MALETA

Hay países que se llevan en la sangre, y hay otros que se cargan como una herida abierta. Cuba es ambas cosas.

Este libro nace del silencio. Del que se guarda en la mesa del comedor, cuando alguien pregunta demasiado. Del que se arrastra en los pasillos de una casa vigilada por el miedo. Del que se instala entre llamadas telefónicas llenas de rodeos, entre cartas que nunca dicen todo, entre abrazos que se imaginan desde lejos.

Quise escribir estas páginas para entender qué le pasa a una familia cuando el Estado se sienta en la sala. Cuando los hijos sueñan con irse y los padres no entienden por qué. Cuando se ama, pero no se habla. Cuando se recuerda con ternura un país que también te rompió.

Este no es un libro neutral, ni pretende serlo. Es un acto de memoria. Una recopilación de voces —algunas reales, otras inspiradas en muchas— que cuentan lo que no siempre se cuenta: cómo la política entra en las casas, se mete en las cunas, en los álbumes familiares, en los silencios entre hermanos. Cómo se vuelve un tercer invitado en cada conversación, un fantasma en la distancia.

Aquí se habla de exilio, pero también de esperanza. De censura, pero también de coraje. De separación, pero también de amor. De un país fragmentado que sigue latiendo en el pecho de millones, dentro y fuera de sus fronteras.

Escribo este libro para quienes se fueron, para quienes se quedaron, y para los que aún no saben si hacerlo. Para quienes tuvieron que aprender a decir "te extraño" como quien dice "resisto".

Porque contar lo que nos pasó es, también, una forma de volver.